martes, 28 de abril de 2015

Todo es para bien


Pasamos por tragedias y problemas, tal vez hemos sido traicionados, sufrimos la pérdida de un ser querido, tuvimos una serie de momentos difíciles que hemos vivido desde nuestra niñez o adolescencia; en fin, cosas que harían que pensemos que Dios nos ha abandonado o que no le importamos.

José era una persona que sufrió varias adversidades, conocemos su historia, fue vendido por sus hermanos como esclavo, fue encarcelado por algo que no hizo, etc. Podríamos decir que todo lo que le pasaba mostraba que su vida iba de desgracia en desgracia y que al parecer no tenía el respaldo de Dios.

Sin embargo, debemos ver cómo Dios estuvo en cada etapa, cada vivencia, porque cada cosa que le sucedió le sirvió para ser más sabio, aprender y llegar a ser quien fue, pues si no hubiese sido vendido, no hubiera trabajado para Potifar donde fue acusado de acoso y si no hubiese sido encarcelado, no hubiera descifrado los sueños del Faraón, por lo que no habría llegado a ser una persona importante en la tierra de Egipto.

Dios vuelve toda maldición y tragedia en bendición, tal cual nos señala este pasaje donde José dice: “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.” (RV-1960)

Dios puede hacer grandes cosas en tu vida y con tu tristeza, es sólo cuestión de cambiar la perspectiva de las cosas y ver que Dios tiene un propósito con todo y que al final la bendición llegará. Dios está involucrado en todo lo que te sucede y tiene un plan muy bueno.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28 (RV-1960)

No dejes de pensar y creer que Dios está en medio de todo lo que te pasa y que al final todo es por nuestro bien pues estamos con Él.

por: clclavoz



domingo, 26 de abril de 2015

Pedir ayuda


Pedir ayuda


Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Gálatas 6:2

Algunas veces es muy difícil pedir ayuda, pero ¡debemos hacerlo! Y más aún: debemos estar atentos a la necesidad de los demás para ayudarlos. Colaborar con la tarea hogareña es una forma sencilla de ayudar al otro.

Desde niña me enseñaron a ayudar en las tareas del hogar. Mi mamá asignaba un trabajo en la casa para mí y para cada una de mis hermanas. Mi tarea era limpiar la cocina. Si había que lavar platos diez veces al día, tenía que hacerlo. Y los domingos era día de lustrar las ollas; tenían que estar limpias y sin manchas. Mi mamá las revisaba una por una; y si alguna no estaba bien, me hacía lustrarla de nuevo. Cada una de mis hermanas también tenía una tarea, y debía hacerla bien y sin ayuda.

Cuando me case, descubrí que en la familia de mi esposo pasaba todo lo contrario. Todos hacían todo juntos: si uno lavaba los platos, el otro enjuagaba y el otro secaba. Si uno estaba cocinando, el otro hacía la ensalada, el otro cortaba el pan y el otro preparaba el jugo. Yo me acostumbre a valerme por mi misma, y me cuesta mucho pedir ayuda. Las veces que he estado enferma, me ha sido muy difícil tener que depender de otros. Sin embargo, con el tiempo, he aprendido que pedir colaboración no es tan malo, y que realmente me agrada ayudar cuando me necesitan. Más aún, he descubierto que siempre que pido Ayuda… ¡la recibo!

Esto también sucede con nuestra vida espiritual: nos cuesta dejar que el Señor nos ayude y queremos hacerlo todo por nosotras mismas. Hasta que, un día, nos damos cuenta de que realmente necesitamos su ayuda celestial para sobrevivir en este mundo tan difícil y lleno de desafíos. Lo lindo es que nuestro Padre siempre está dispuesto a ayudarnos en todo momento y en todo lugar; solo tenemos que pedirle y estar dispuestas a aceptar su ayuda generosa.

Que en este día puedas extender tus manos al cielo y recibir la ayuda que tanto necesitas. Él está listo para dártela. Pero si tienes las dos manos ocupadas solo en recibir, no podrás seguir recibiendo durante mucho más tiempo. Por eso es necesario que recuerdes que con una mano recibes, y con la otra das.

por: Rebeca Amador

martes, 21 de abril de 2015


Pedro fue uno de los discípulos de Jesús a quien se menciona reiteradamente en la Biblia. Si estudiamos su persona, podemos encontrarnos que era de esos hombres impulsivos, charlatanes, quien se metía constantemente en dificultades porque persistía en hablar sin reflexionar, lo que lo llevó a negar a su Maestro no solamente una vez, sino tres veces. Era un hombre sin estudios, parte del vulgo de aquellos tiempos, su profesión: pescador.

Pablo, era conocido como perseguidor de cristianos, un hombre cruel y sanguinario que buscaba terminar con la vida de los que se decían seguidores de Cristo. Estuvo presente no sólo en la lapidación de Esteban, sino que además, se ofreció a vigilar los vestidos de los asesinos. A diferencia de Pedro, fue instruido y formado en la escuela de los mejores doctores de la Ley.

Historias diferentes, con rumbos distintos, con personalidades distintas pero con un común denominador, fueron transformados por Dios. Hechos 2, nos describe a un Pedro que dio uno de los mejores discursos ante una multitud de miles. Y Pablo, de ser perseguidor de cristianos, se convirtió en un audaz predicador de Cristo.

Dios es quien hizo su obra transformadora en sus vidas, fue por su Espíritu Santo que muchos de sus defectos o debilidades se desvanecieron y llegaron a ser instrumentos de honra y útiles en el servicio a Dios.

Como personas tenemos muchos defectos con los cuales luchamos cada día, aspectos negativos que están en nuestra personalidad y que incluso puede llegar a lastimar a otros.

Sin embargo, tenemos la esperanza de que podemos ser diferentes, transformados al igual que estos hombres, es posible dejar nuestra timidez, agresividad, deshonestidad, impaciencia, enojo, etc. Si buscamos a Dios y le pedimos que nos cambie, Él lo hará, su Espíritu Santo nos dará la fortaleza para cambiar. Tan sólo necesitamos estar dispuestos.

Su palabra dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.” 2 Corintios 3:18 (RV1960)

Si tan solo nos acercamos y rendimos a Él. Dios está dispuesto a transformar nuestras vidas.

por: clclavoz


jueves, 16 de abril de 2015

El verdadero valor del anillo




Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.

– Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo: – ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás
después… Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

– E… encantado -titubeó el joven- pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

– Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.

– Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

– ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo: – Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

– ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.

– Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé… Si la venta es urgente…

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

– Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.


Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Salmos 8:5

Dios es el único Ser que conoce y valora completamente tu vida, él te creó a su imagen y semejanza. Aunque tú te hayas alejado de él, no olvides que, con tierno amor, envió a su propio Hijo para rescatarte y pagar el alto precio que nadie más miró en ti.

No te desanimes si las personas no ven el verdadero valor de tu vida, cree en Dios y búscale, él es el experto que estuvo dispuesto a pagar el verdadero precio por ti.

por: Huellas Divinas

miércoles, 15 de abril de 2015

Bajo una mirada de amor



Una historia cuenta de un rey que estaba enamorado de Helena: una mujer de baja condición a la que el rey había hecho su última esposa.


Una tarde en que Helena estaba sola en el palacio, llegó un mensajero para avisarle que su madre estaba enferma. Pese a que existía la prohibición de usar el carruaje personal del rey (falta que era castigada con la muerte), Helena subió al carruaje y fue a ver a su madre.

A su regreso, el rey fue informado de la situación.

-¿No es maravillosa? -dijo- Esto es verdaderamente amor filial. No le importó su vida para cuidar a su madre !Es maravillosa!

Otro día, mientras Helena estaba sentada en el jardín del palacio comiendo fruta, llegó el rey. Ella lo saludó y luego le dio un mordisco al último durazno que quedaba en la canasta.

-¡Parecen ricos!- dijo el rey.

-Lo son -replicó ella- y alargando la mano le cedió a su amado la fruta que comía.

-¡Cuánto me ama! -comentó después el rey-, renunció a su propio placer, para darme el último durazno de la canasta. ¿no es fantástica?

Pasaron algunos años y, por alguna razón, el amor y la pasión por Helena desaparecieron del corazón del rey.

Sentado con su amigo más confidente, le decía: -Nunca se portó como una reina… ¿acaso no desafió mi investidura usando mi carruaje? Es más, recuerdo que un día me dio a comer una fruta mordida.

El amor cambia la perspectiva con la que vemos a otros. Aun las faltas se saben perdonar cuando el amor esta de por medio.


Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.Romanos 5:8 (NVI)

Dios, cuyo carácter es amor, siempre nos mira con piedad. Y aunque seamos pecadores, nos sigue amando y nos ofrece perdón. Envió a su propio Hijo, demostrando así que en verdad nos ama.

A diferencia del rey de la historia anterior, Dios nunca deja de amarnos y por eso prolonga su misericordia.

No te alejes de su presencia, él quiere darte amor, cambiar tu vida y darte un futuro eterno de paz y felicidad.

por: Huella Divinas


jueves, 9 de abril de 2015

¿Sabías que tus sentimientos son afectados por tu manera de pensar?




Reflexiones – ¿Sabías que tus sentimientos son afectados por tu manera de pensar?

Si no quieres que el desanimo te arruine, entonces no medites en tus desilusiones.

¿Sabías que tus sentimientos son afectados por tu manera de pensar?

Si piensas que eso no es cierto, entonces toma 20 minutos o más, y piensa solo en tus problemas. Te aseguro que al final de ese tiempo, tus sentimientos, y quizás tu semblante, habrán cambiado.

Cuando te decepcionas, no te sientes a tener lástima de ti mismo. Aunque las cosas pueden parecer malas, aún tenemos una elección: tener comunión con nuestros problemas o tener comunión con Dios.

Podemos permitir que nuestros pensamientos se detengan en lo malo hasta que lleguemos a estar totalmente decepcionados y arruinados, o podemos poner nuestra atención en todo lo bueno que nos sucede en la vida, y en todas las bendiciones que Dios todavía tiene almacenadas para nosotros en los días venideros.

Los pensamientos son palabras silenciosas que solo nosotros y el Señor escuchamos,
pero esas palabras afectan nuestro ser interior, nuestra salud, nuestro gozo y nuestra actitud.

Filipenses 4:6-7
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Fuente: Como encontrar ánimo para cada día
Joyce Meyer


miércoles, 8 de abril de 2015

Las Tres Mujeres



                        


Una hermosa historia cuenta de una cristiana que soñó con tres mujeres que estaban en oración.
Mientras permanecían de rodillas, el Maestro se les acercó.
Se acercó a la primera, se inclinó hacia ella con gracia y ternura, con una sonrisa llena de radiante amor y le habló con voz pura, dulce y musical.
Apartándose de ella, se acercó a la segunda, pero solamente le puso la mano sobre la cabeza inclinada, y le dio una mirada de aprobación.
Pasó junto a la tercera en forma casi abrupta; no se detuvo a hablarle, ni a mirarla.
La mujer, en su sueño, pensó: ¡Qué grande debe ser su amor por la primera! A la segunda le dio su aprobación sin las demostraciones de amor que le hizo a la primera; la tercera debe de haberle ofendido profundamente, porque Él no le dirigió una sola palabra y ni siquiera una mirada al pasar. ¿Qué habrá hecho, y por qué hizo tanta diferencia entre ellas? Mientras trataba de explicarse la acción del Señor, Él mismo se le acercó y le dijo:
“— Mujer, ¡qué mal me has interpretado! La primera mujer necesita todo el peso de mi ternura y cuidado para poder afirmar el pie en el camino angosto. Ella necesita mi amor, mi interés y ayuda todo el día. Sin él, fallaría y caería.
La segunda tiene una fe más fuerte y un amor más profundo, y puedo estar tranquilo porque confía en mi, no importa lo que haga la gente.
La tercera, que según tú no noté y aún descuidé, tiene una fe y un amor de la más fina calidad.
A ella la preparo por medio de un proceso rápido y drástico para un servició sublime y santo.
Ella me conoce tan íntimamente, y confía en mí hasta tal punto, que no depende de palabras ni de miradas ni de ninguna demostración externa de mi aprobación.
No desmaya ni se desalienta ante ninguna de las circunstancias por las que la hago pasar. Confía en mí aun cuando el sentido, la razón y los instintos más finos del corazón natural se rebelarían.
Sabe que estoy trabajando en ella para la eternidad, y aunque lo que hago no se lo explica ahora, lo entenderá después.
Callo en mi amor, porque amo más que lo que las palabras pueden expresar, o el corazón humano puede entender. Callo por amor a ti, para que aprendas a amarme y a confiar en mí en respuesta espontánea y espiritual a mi amor, sin que ningún estímulo externo pida tal respuesta.

Dios hizo la Mujer como un regalo viviente. Mirémosla y tratémosla como tal.
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo

al hombre. Genesis 2:22.
Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer,

y las mujeres de tus hijos contigo. Genésis 6:18.

por: renuevo de plenitud



















martes, 7 de abril de 2015

Amor, Exito y Riqueza



-¿Necesitan algo?, ¡parecen tener hambre! Por favor entren en casa y les prepararé algo para comer.

Ellos preguntaron: ¿Está el hombre de la casa?
-No, respondió ella, no está.
-Entonces no podemos entrar, contestaron.

Al atardecer, cuando llegó el esposo, ella le contó lo sucedido.
-¡Entonces, diles que entren!
La mujer salió a invitar a los hombres a entrar a la casa.
-No podemos entrar los tres juntos.
-¿Por qué?
Uno de los hombres apuntó hacia uno de ellos y explicó: Éste se llama Riqueza, él Éxito y yo soy Amor.

Ahora ve con tu familia y decide a cuál de nosotros tres, desean invitar a su casa. La mujer entró y le contó a su marido, lo que ellos le dijeron. El hombre se alegró: ¡Fantástico! Sal corriendo y dile a Riqueza que entre y llene nuestra casa de dinero.

Pero la esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿por qué no invitamos a Éxito? Triunfaríamos el resto de nuestras vidas.

La hija del matrimonio interrumpió diciendo: ¿Por que no invitamos a Amor? Nuestro hogar entonces estaría lleno de ternura y nos amaríamos mucho más.

Sin dudar el padre, le pidió a la esposa que fuera a invitar a Amor, para que fuera el huésped de honor.

La esposa salió y preguntó: ¿Cuál de ustedes es Amor? Hemos decidido que sea nuestro invitado.

Amor se puso en pie y comenzó a caminar hacia la casa, los otros dos también se levantaron y le siguieron.

Sorprendida, la mujer les pregunto a Riqueza y Éxito ¿y ustedes por qué vienen? ¿No me dijeron que sólo podía invitar a uno de ustedes?

Los viejitos respondieron juntos: Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos nos hubiéramos quedado afuera, pero como decidieron invitar a Amor, donde sea que él vaya, nosotros vamos con él.

Donde quiera que haya Amor, ahí también habrá Riqueza y Éxito.

por: Desconocido, tomado de la web


viernes, 3 de abril de 2015

El Hijo de DIOS



¡Él es Jesús! – Apuntando con su mano a la Cruz dijo mi madre. ¿Quién es Jesús? – Le pregunté y ella respondió: “El Hijo de Dios”. Tuve curiosidad de conocerle, aunque pensé que no se veía muy feliz para ser el Hijo de Dios pues estaba clavado en la Cruz. Sin embargo ella dijo que Jesús me quería conocer y que si yo era un buen niño tendría que ir a la escuela dominical. Sentí emoción y deseo por asistir a conocer al Hijo de Dios, pero esos no eran los planes de mi maestra, quien puso un velo sobre mi alma. Ella solía decir que el Hijo de Dios aún sufría en la Cruz y que cada vez que me portaba mal Jesús sangraba. I concluía diciéndome: ! Por tu culpa ! ! Por tu culpa ! ! Por tu grande culpa !

A partir de ese entonces cada vez que le miraba clavado en ese madero sentía gran impotencia pues yo no quería que sufriera por mi grande culpa. Realmente me esforcé por no lastimarle, y cada vez que hacia una travesura o tenia malos pensamientos sentía su dolor. – ¿Qué grande pecado puede tener un pequeño? si de ellos es el Reino de los Cielos. Sin embargo yo no lo sabía. Con grande dolor en el corazón me despedí de Jesucristo, creyendo que algún día le ayudaría a bajar de la Cruz. Puse una barrera con Él y su Padre, resignándome a ese lugar después de la muerte llamado infierno, del cual hablaba mi maestra.

Crecí y me hice vasallo del rey alcohol, quien me enseñó a adormecer la conciencia. Juntos quebrantamos la ley de piedra que me enseñaron de niño. Saqueamos lugares y él me recompensaba con vanidades. Tanto adormecí mi conciencia que deje de sentir, fui cauterizado y esclavizado. Me di cuenta que la maestra mintió, no tuve que esperar a morir para llegar al infierno. Me convertí en un muerto en vida, anhelando que acabara mi agonía. Pero algo de lo que me quedaba de corazón decía que no era tiempo de rendirme. Fue cuando conocí al verdadero Hijo de Dios. Jesucristo quitó el velo de mi alma, me liberó, protegió y sanó mis heridas. Fue cuando entendí que Él ya no está clavado enla Cruz. Él está vivo y ya no sufre más por mis pecados.

Jesucristo derramó su sangre solo una vez y para siempre por la grande culpa de toda persona. Y así darle salvación a todo el que busque su nombre. La grande culpa de toda alma fue enterrada hace más de 2000 años, para que por los méritos del Hijo de DIOS toda persona encuentre libertad y vida eterna.

Te invito a compartir el verdadero significado de la Cruz y grites al mundo entero que el Hijo de DIOSestá vivo.
“Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos.”

Hebreos 9:28 Reina-Valera 1960 (RVR1960).
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

Isaías 53:4-5 Reina-Valera 1960 (RVR1960).

Autor: Richy Esparza

miércoles, 1 de abril de 2015

COMO REDUCIR EL ABDOMEN. (Sin Grasa y Tonificado, Program Nutrition)



Estoy seguro que estas cansada de esconder esa barriga prominente con ropa ancha? ¿O de sufrir el martirio de usar faja o ropa que te queda incómoda y apretada? Sabes bien que toda esa grasa que se ha ido acumulando en el área del abdomen te hace sentir poco atractiva, perjudica tu salud y hasta te dificulta realizar las tareas de tu vida diaria. Para reducir esas libras y centimetros de mas es urgente que sigas nuestro programa de nutricion SIN GRASA Y TONIFICADO, asi poco a poco y de forma saludable, quemaras más calorías de las que consumes, elevando el nivel de tu metabolismo y reduciendo la grasa corporal general. Sin embargo, aqui te dejo algunos consejos, que te daran resultados sorprendentes.

1. Sigue una dieta baja en calorías y aumenta la actividad física. Si disminuyes 500 calorías al día, lograrás reducir aproximadamente 1 libra, garantizando una pérdida gradual del peso extra, así no recuperes el peso perdido una vez que termines la dieta.

2. Para quemar rápidamente las calorías que consumes tienes que elevar tu metabolismo. Esto se hace aumentando tu nivel de masa muscular— así que además de una rutina de ejercicios aeróbicos o cardiovasculares, incorpora al menos dos veces a la semana una rutina para fortalecer los músculos. Los ejercicios abdominales te ayudarán a mejorar la firmeza y tonicidad del área, pero para aumentar el gasto metabólico tienes que trabajar todos los grupos de músculos del cuerpo: abdomen, piernas, glúteos, pecho, espalda y brazos.

3. Incrementa la intensidad de los ejercicios cardiovasculares, pues el metabolismo aumenta hasta varias horas después de realizar los ejercicios. El ejercicio de alta intensidad aumenta el gasto energético y durante más tiempo. Así que intenta elevar el nivel de intensidad de estos (correr o trotar en lugar de caminar, por ejemplo), o intercala intervalos de alta intensidad con otros de intensidad baja o moderada.

4. Come más frecuentemente y evita los ayunos y las dietas muy bajas en calorías. Reducir excesivamente las calorías acostumbra al cuerpo a la escasez y lo hace más eficiente a la hora de trabajar con menos “combustible”, por lo que crearas un hambre oculta y un sistema de compensación en el que el organismo busca almacenar grasa por el deficit inadecuado a que se ha sometido el cuerpo.

5. Ingiere comidas más pequeñas cada 3 ó 4 horas para mantener alto el nivel de tu metabolismo.
Ingerir alimentos más a menudo no significa comer “de más”. Reduce las porciones y escoge los alimentos inteligentemente: evita los de alto contenido de azúcar y grasa y por lo tanto, de calorías. Buenas opciones son las frutas, las verduras y el yogur natural.

6. Aumenta el consumo de agua (bebe toda la que puedas, con un mínimo de 8 vasos al día).

7. Come suficiente proteína. El cuerpo utiliza más calorías para digerir la proteína que para digerir grasas o carbohidratos. Elige una fuente rica en proteína, pero baja en grasa, como las carnes magras de res, pollo, pescado, leguminosas (Gandules, Garbanzos, habichuelas), lentejas, leche o yogur. Acompáñalos con frutas, verduras y cereales. No es necesario un sustituto proteico si la obtienes de estas fuentes en cantidades adecuada.

8. Duerme lo suficiente. Si no lo haces, acumularás más grasa en el abdomen. Según estudios recientes, las personas que no duermen lo suficiente tienen un 70% mayor probabilidad de sufrir de sobrepeso. La explicación es la siguiente: la leptina es una proteína que le indica al cerebro que el cuerpo ha recibido suficiente alimento y se encuentra satisfecho, reduciendo así la ansiedad de comer. La escasez de sueño reduce la producción de leptina, lo que resulta en un aumento del apetito y de las libras (kilos) de más. No sólo eso, la escasez de sueño reduce además la capacidad de producir la insulina que controla los niveles de azúcar en la sangre. De nuevo, esto provoca que los depósitos de grasa sean tan irregulares como los del azúcar. Así que deberás distribuir tu tiempo diario para incluir tanto la actividad física como el descanso necesario.

9. Consume un desayuno rico en fibra (pan integral o cereal de avena).

10. Evita la comida chatarra que contiene altos niveles de grasa y de sodio.

11. Incrementa el consumo diario de frutas frescas y verduras y convierte esto en un hábito.

12. Para resultados óptimos únete a nuestro programa Nutricional Sin grasa y Tonificado

Ya verás que con ajustes en la alimentación, ejercicios, fuerza de voluntad y una excelente guía especializada te librarás del exceso de grasa de tu barriguita para siempre.

por: Salud, Nutrición y Deporte


Entrevista de trabajo



Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: "

-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no".

-"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "

-" Si."-respondió.

-"¿Dónde trabaja tu padre? "

-"Mi padre hace trabajos de herreria."

El director pidió al joven que le mostrara sus manos .

El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.

-"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? "

-"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.

El director dijo:

-"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."



El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta.

Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos.

Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.

Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo.



A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?"

El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller"

-"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.



El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado".



Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus padres.

Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?

Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida, clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese joven.



Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar con los demás para hacer las cosas."

por: +Candidman