Debes tomar un tiempo para considerar cuidadosamente el curso de tu vida. ¿Hacia dónde te diriges? ¿Cómo se verá cuando llegues allí?
Permite que tu imaginación tome el control. Dedica tiempo a soñar despierto sobre dónde quieres que esté tu vida. Lee al respecto. Estudia ese lugar. Escribe al respecto en tu diario. Dibújalo. Píntalo. Deja correr libremente tu mente con las posibilidades de lo que puedes obtener, lo que puedes ser, y lo que puedes lograr. Transforma tu imaginación en intenciones. Actúa intencionalmente en vez de reaccionar inconscientemente.
Ahora habla de ello. Alinea tu boca con el lugar hacia el cual te diriges. Sé constante y mantén el curso.
ORACIÓN:
Nada es imposible con Dios; por lo tanto, no limitaré lo que Él puede hacer por mí. Libero mi mente y mi corazón para soñar. Doy lugar a esos sueños que el Espíritu Santo colocó en mi corazón hace mucho tiempo, sueños que enterré por miedo o descreimiento. Les ordeno que despierten. Padre, mi corazón está abierto a recibir tus deseos para mí. Solo quiero hacer tu voluntad. Amén.
Cindy y Trimm, Casa Creación
No hay comentarios:
Publicar un comentario