lunes, 23 de marzo de 2015

El diamante perfecto





Se cuenta que un tratante en diamantes fue a comprar nuevas piezas y mientras lo hacía las observaba durante mucho rato. De vez en cuando separaba su vista del diamante que examinaba y la fijaba por unos minutos sobre el diamante que llevaba en el anillo de su mano, para mirar después de nuevo el diamante que era para comprar.

Después explicó que al mirar mucho tiempo atentamente un diamante, su vista pierde la facultad de distinguir bien, por lo cual le era preciso fijarse de vez en cuando en su propio diamante perfecto para poder apreciar bien.

En muchas oportunidades, por las diversas actividades que tenemos, por la rutina, por los compromisos o por otras cosas más, permanecemos con la vista fija en las personas y cosas que nos rodean, olvidándonos que nuestra vista pierde la facultad de ver bien.

Al igual que el experto en diamantes, debemos recordar que el diamante perfecto, Dios, es quien nos permite ver bien las cosas y que nuestra vista debe buscarlo constantemente para poder distinguir sin ningún problema lo bueno de lo malo, para hallar claridad en las cosas que enfrentamos en nuestro diario vivir y tomar las decisiones correctas.

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.”Proverbios 3:5

Cuando no sepas qué hacer, qué camino seguir o qué decisión tomarás, busca a Dios, Él te dará la sabiduría y la fortaleza que necesitas para hacer frente a las diferentes circunstancias.

Que no te deslumbren lo prometedoras que pueden ser algunas circunstancias o lo buenas que puedan parecer las personas, mira siempre a Dios para poder hallar guía y dirección.

por: clclavoz

jueves, 19 de marzo de 2015

La Misma Piedra


“y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”. (1 Pedro 2:8)

Alguien dijo alguna vez: “el matrimonio es como una ciudad sitiada; los que están afuera están tratando de entrar y los que están adentro están tratando de salir”. Tristemente un creciente número de personas llegan a la conclusión de que el matrimonio no vale la pena. Son tantas las cosas que atentan contra el mismo que muchas prefieren ni intentarlo.

En el pináculo de la degeneración matrimonial está el declive de la vida espiritual; personas sin temor de Dios, ausente de convicciones firmes, y una débil consciencia moral. Sumado a esto, el pueblo cristiano que ha de ser luz, ha adoptado las modalidades del mundo, se ha acomodado a sus estándares y corre en su mismo desenfreno.

Como mujeres cristianas hemos sido llamadas a marcar la diferencia. Una cristiana de carácter y convicciones firmes, actúa consistentemente en base a principios bíblicos, pero la inmadura adopta los estándares mundanos, no dejando una línea claramente visible que la distinga como creyente. Esta mujer piensa, se rige y vive conforme a los deseos de la carne, pero reclama las bendiciones de Dios; una total contradicción.

La mujer cristiana vive sumergida en dolor, desesperación y miseria, en la generalidad de los casos, a causa de sus propias malas decisiones al objetar e ignorar la autoridad bíblica sobre su vida. Todos los problemas de Eva empezaron cuando esta desechó el consejo de Dios por la gratificación instantánea, las palabras y oferta atractiva de Satanás, y más de 2000 años después seguimos tropezando con la misma piedra; aun no hemos aprendido la lección pues seguimos cometiendo el mismo error de Eva.

Muchos son los libros que el mundo ha escrito desde: "Los Hombres son de Marte y las Mujeres son de Venus” hasta la recién “50 Sombras de Grey”. Aunque ninguno de los dos pretende ser un tratado o manifiesto del matrimonio, con todo, tratan sobre la relación del hombre y la mujer, y especialmente Grey lo ha situado en el grado más bajo de la inmundicia.

Seamos Mujeres de la Palabra. Saturémonos de ella y permitamos que transforme nuestro ser. Ella fortalecerá nuestro carácter y junto a la acción del Espíritu Santo nos dará el poder para tomar decisiones correctas que glorifiquen a Dios y traigan paz y bendición a nuestras vidas. ¡Está bueno ya de seguir tropezando con la misma piedra!
Oración: Padre, ayuda a mis hermanas a tomar responsabilidad de su vida, y el evangelio seriamente. Ayuda a quienes se proponen hacer reparos, y permite que las que aun no se hayan casado se conserven puras y formen un hogar bajo las directrices de tu Palabra. Que podamos devolverle al matrimonio su santidad, honor y belleza. Por Jesús, amen.

Alabanza: Sumérgeme, JARomero - https://www.youtube.com/watch?v=qOa5KUqwtGY

por: Violeta Guerra para Maestras del Bien



martes, 10 de marzo de 2015

A pesar de todo



Un niño de doce años, que miraba desde la ventana, se fijó en que sólo la boya (señal flotante que se coloca sobre el agua, sujetándola al fondo, para marcar un lugar, señalar un sitio peligroso o un objeto sumergido) flotaba serenamente en aquel turbulento mar y se mantenía en su lugar a pesar de los vientos fuertes.

El niño comentó con los demás que la boya era la única cosa que había allí afuera que parecía no tener miedo, porque aunque se hundía de vez en cuando, siempre volvía a subir sin daño y en el mismo lugar.

Entonces el papá les explicó que la boya se mantenía firme a pesar del viento fuerte porque estaba amarrada a un ancla en el fondo del mar.

Al igual que la boya, que, a pesar de los vientos y movimiento de las aguas, permanece en su lugar. Cuando nuestra confianza en Dios está anclada en Cristo, podemos enfrentar cualquier dificultad que se aproxime; sin temor; y con la paz que él nos da. Sean tiempos de sufrimiento, de desesperanza, junto a él, podremos permanecer en pie.

El apóstol Pablo pasó por situaciones adversas, fue encarcelado, azotado, perseguido, por tan sólo predicar el evangelio, y sin embargo, su fe nunca menguó, al contrario, él decía: para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pablo tenía la plena convicción de que debía vivir confiando en el Señor a pesar de los impertinencias de la vida. Y tal era la paz que sentía pues sabía en quién había creído y en quién estaba puesta su fe.

Juan 16:33 también nos dice “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Jesús nos enseña que las aflicciones son parte de la vida, que habrá tiempos de dolor pero que en esos momentos debemos confiar en Él y disfrutar de la paz que proviene de él.

Aunque estemos por desfallecer sigamos confiando porque no existe mayor bendición como la de una perfecta confianza en el Señor.

por:clclavoz


jueves, 5 de marzo de 2015

Cuando prefieres un cutis perfecto más que un corazón puro



"Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mat. 5:8).

Puro. Limpio. Perfecto. Queremos respirar aire puro, tomar agua limpia, tener un cutis perfecto. Asistimos al colegio en carros limpios, con cabello limpio y ropa limpia (a menos que nos despertemos tarde, entonces, si eres como yo simplemente te pones un sombrero sobre tu pelo sucio).

La mayoría de las personas no quieren verse ni oler desagradablemente en su exterior. Pero en su interior… es completamente otra historia.

¿Qué tan malo es realmente? Nuestra cultura se burla de la pureza y celebra la obscenidad. No somos tan diferentes. Muy adentro, odiamos la pureza. Pensamos que Dios no está colaborando con nosotros cuando nos llama a ser santos como Él es Santo. Irónico, ¿no es cierto? En cualquier otra área de la vida (excepto nuestros corazones) queremos ser limpios. ¿Por qué? Es porque nacimos con un corazón sucio (observa Génesis 3 para que leas la triste historia de cómo ocurrió). Y cuando digo sucio, realmente quiero decir sucio. Es peor de lo que piensas, en Génesis 6:5 Dios ve que cada una de las intenciones de los pensamientos de nuestros corazones es sólo maldad, continuamente. ¡Chispas!

Así que cuando Jesús dice: “Bienaventurados los de limpio corazón”, ¿cómo podemos obtener un corazón limpio y puro?

¿Cómo obtener un nuevo corazón? No puedes.

Tú sabes como es. Una lavada más no quitará las manchas en esa blusa blanca, necesitas una blusa blanca totalmente nueva.

Igual ocurre con nuestros corazones, necesitamos que sean completamente nuevos. Afortunadamente, Dios está en el negocio de trasplante de corazón… ¡y Jesús pago tu cuenta! Observa Su promesa en Ezequiel 36:26-27: “Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitare de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Pondré dentro de vosotros mi espíritu y hare que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.”

Sin embargo, para obtener este nuevo corazón, tienes que quererlo. Primero tienes que ponerte de acuerdo con Dios en que tienes un corazón sucio y después firmas aceptando el trasplante.

Cómo mantener limpio el nuevo corazón. Obtener un nuevo corazón es solo el comienzo. Hace poco compré un par de tenis Adidas azul turquesa. Tenían suelas blancas y ya me había tocado limpiarlas varias veces. Los zapatos nuevos no se mantienen limpios mientras caminas por la vida. Los corazones nuevos tampoco. Entonces, ¿Cómo puedes limpiar tu corazón? Con frecuencia necesitas permitir que la Palabra de Dios te muestre dónde estás sucio. (Juan 17:17) Después, cuando lo confiesas, Dios promete limpiarte de esas suciedades. (1 Juan 1:9)

Cómo es esto posible. ¿Pero por qué debes obsesionarte con la pureza interior cuando tienes proyectos de la escuela, el paseo de coro y ese trabajo de verano? La parte final de Mateo 5:8 explica por qué: “Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios.” Eso es asombrosamente maravilloso. ¿Te acuerdas como en el Antiguo Testamento este santo, puro, limpio, inalcanzable Dios habitaba en una sección especial del tabernáculo llamado el “Lugar Santísimo”? Solamente el Sumo Sacerdote podía cruzar las cortinas gruesas hacia el Lugar Santísimo y sólo podía hacerlo una vez al año. Y sólo si él traía consigo un sacrificio de sangre. Sino, Dios lo mataría. Tenía que ofrecer un sacrificio de sangre para limpiar su corazón sucio.

¡Ahora, piensa que este santo, puro, limpio e inalcanzable Dios puede ser visto y conocido por ti! ¿Cómo? Las pesadas cortinas que te separaban de Él han sido rasgadas.

Sabemos por las Escrituras que cuando las cortinas del templo se rasgaron justo después de la muerte de Jesús, eso representó que el cuerpo de Jesús fue desgarrado por ti (Heb. 10:19-22). Su sangre fue puesta en ese lugar de misericordia para que Dios te diera la bienvenida en el Lugar Santísimo.

Si no puedes “ver” a Dios, ¿será porque nunca has tenido un trasplante de corazón? ¿Estás lista para pedirle un nuevo corazón? Si has sido lavada con la sangre de Jesús, ¿Te lavarías en las aguas de Su palabra?

Puro. Limpio. Perfecto. Adentro. Afuera. Es posible, a través de Cristo. Es para lo que fuiste creada.

Por: Paula Hendricks



martes, 3 de marzo de 2015

Si Yo no te llevara de la mano



Mi hijo Uziel ahora tiene seis años, ayer salimos de paseo con mi familia a un refugio de animales y mientras atravesábamos uno de los senderos angostos, caminos de tierra y piedras que pueden provocar tropiezos o el deslizarse, yo llevaba tomado de la mano a mi hijo para evitar que tropezara y cayera.

En el transcurso de unos cien metros tropezó tres veces y en cada una de ellas estuve allí para con mi mano no dejarlo caer, la tercera vez le dije espontáneamente: “Te das cuenta lo importante que es ir de mi mano, si yo no te llevara de la mano ya hubieras caído al suelo”. En ese mismo instante, cuando termine de pronunciar la última palabra, Dios redarguyo mi espíritu y me hizo sentir que Él me decía exactamente lo mismo: “Si Yo no te llevara de la mano ya hubieras caído”. Un silencio dentro de mi ser se produjo en ese momento, quede sin palabras y solo dije dentro de mí: “Tienes razón Dios mío, gracias por no soltarme de la mano”.

A veces vamos por los caminos peligrosos de la vida, creyendo que somos capaces de caminar solos, creyendo que por nuestras buenas capacidades somos lo suficientemente buenos cómo para salir de cualquier problema o evitar cualquier tropiezo que nos pueda mandar al suelo o provocarnos daños fuertes.

A veces se nos olvida que Dios nos lleva de la mano, que si no fuera por Él, muchos ya hubiéramos tropezado y caído. El salmista David escribía mientras estaba en el desierto de Judá: “Me aferro a ti; tu fuerte mano derecha me mantiene seguro.” Salmos 63:8 Nueva Traducción Viviente (NTV).

En el camino de la vida nos enfrentaremos a caminos en los cuales habrá obstáculos que propiciaran que tropecemos, pero es lindo saber que Dios nos permitirá que caigamos, pues nos tiene tomados de la mano.
David escribió el siguiente salmo:

“Aunque tropiecen, nunca caerán, porque el Señor los sostiene de la mano.”
Salmos 37:24 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Ese salmo describe exactamente lo que Dios puso en mi corazón ayer al hacer sentir sus palabras: “Si Yo no te llevara de la mano ya hubieras caído”. Sin duda Dios ha tenido mucha misericordia sobre nuestra vida que aun en los momentos de descuido en donde hemos creído que podemos caminar solos y nos hemos tratado de soltar de su mano, Dios ha sido fiel no soltándonos.

Hoy quiero invitarte a reconocer que vas de la mano de Dios, por tal razón aun cuando tropieces no caerás, porque Él está allí para sostenerte y evitarlo. Dedica un tiempo este día para reconocer el cuido que Dios ha tenido contigo y para agradecer por todas las veces que sin darte cuenta te ha sostenido para no caer.

¡DIos ha sido fiel y lo seguirá siendo!

¡Aunque tropieces no caerás porque Él te sostiene de la mano!

“Nuestra vida está en sus manos, él cuida que nuestros pies no tropiecen.”
Salmos 66:9 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Autor: Enrique Monterroza


domingo, 1 de marzo de 2015

Todo es para bien





Pasamos por tragedias y problemas, tal vez hemos sido traicionados, sufrimos la pérdida de un ser querido, tuvimos una serie de momentos difíciles que hemos vivido desde nuestra niñez o adolescencia; en fin, cosas que harían que pensemos que Dios nos ha abandonado o que no le importamos.

José era una persona que sufrió varias adversidades, conocemos su historia, fue vendido por sus hermanos como esclavo, fue encarcelado por algo que no hizo, etc. Podríamos decir que todo lo que le pasaba mostraba que su vida iba de desgracia en desgracia y que al parecer no tenía el respaldo de Dios.

Sin embargo, debemos ver cómo Dios estuvo en cada etapa, cada vivencia, porque cada cosa que le sucedió le sirvió para ser más sabio, aprender y llegar a ser quien fue, pues si no hubiese sido vendido, no hubiera trabajado para Potifar donde fue acusado de acoso y si no hubiese sido encarcelado, no hubiera descifrado los sueños del Faraón, por lo que no habría llegado a ser una persona importante en la tierra de Egipto.

Dios vuelve toda maldición y tragedia en bendición, tal cual nos señala este pasaje donde José dice: “Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.” (RV-1960)

Dios puede hacer grandes cosas en tu vida y con tu tristeza, es sólo cuestión de cambiar la perspectiva de las cosas y ver que Dios tiene un propósito con todo y que al final la bendición llegará. Dios está involucrado en todo lo que te sucede y tiene un plan muy bueno.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28 (RV-1960)

No dejes de pensar y creer que Dios está en medio de todo lo que te pasa y que al final todo es por nuestro bien pues estamos con Él.

por:cvclavoz