jueves, 31 de enero de 2013


La tristeza no dura toda la noche

la tristeza no duraVincent Van Gogh uno de los más grandes pintoresde todos los tiempos, nació en Holanda,  (1853) en el seno de una familia religiosa, pues su  padre fue  pastor protestante.
Frustrado en su actividad como  predicador;   rechazado en lo afectivo por algunas mujeres, Vicent se convirtió en un hombre melancólico , depresivo, que en algún momento se enredó  conprostitutas, haciendo de una de ellas (Sien) la compañera de su vida,  en quien encontró no solo refugio, sino también la contaminación deenfermedades venéreas.
Mientras vivió, no tuvo éxito en la venta de sus cuadros; siendo las  pensiones de su hermano Theo, las que le evitaron    morirse de hambre. Más adelante la epilepsia y la esquizofrenia aumentaron  sus cuadros de dolor, al punto del llegar al suicido,  ocurrido a sus escasos 37 años de edad.
Al respecto, cuentan los biógrafos que  Vicent, bajo el pretexto de ir a cazar cuervos, consiguió un revólver prestado,  con el que se disparó un tiro a la altura del  plexo solar.   Después de aquella acción, regresó  a su casa, para esperar el final, que se dio dos días después.
Agregan que en la antesala de la muerte, pronunció su frase lapidaria:   “la tristeza durará para siempre”.
Querido amigo y amiga, a todos de una otra forma nos sobrevienen días difíciles,   tiempos duros,   épocas de crisis, como producto no solo de las pruebas permitidas  por Dios, sino de las   malas decisiones  que hemos tomado alguna vez en la vida.
Es en esos tiempos  de angustia, abatimiento o  desesperación , en donde no avanzamos a ver solución alguna, y en donde hasta  hemos renegado de Dios, o por lo menos le hemos reclamado   enérgicamente, el porqué permite esto u lo otro en nuestras vidas.
Es en esos  tiempos en los que posiblemente, al    igual que el citado pintor, lleguemos  adeclarar equivocadamente que  la tristeza durará para siempre. Y digo “equivocadamente”, porque la tristeza no dura para siempre, cuando  realmente creemos en el Señor,   en su Palabra y en sus promesas,  cuando colocamos nuestras cargas a sus pies, y   aguardamos confiados.
Dice el  vulgo, a manera de refranes: “Dios aprieta pero no asfixia” ; “No hay mal que dure cien años” ; “Dios no   permite pruebas más allá de las  que podamos resistir”…

Mientras en la Sagrada Escritura, el salmista  declaró: “Porque Su ira es sólo por un momento, Pero Su favor es por toda una vida. El llanto puede durar toda la noche, Pero a la mañana vendrá el grito de alegría” . (Salmos 30:5)

Autor: William Brayanes.